Como seres humanos, somos educados para ayudar a otros en diferentes formas. Podemos ayudar a alguien económica, emocional, espiritual y físicamente, todo depende de lo que necesite la otra persona.
La bondad es un valor que todos tenemos y suele ser difícil para nosotros demostrarlo debido a las diferentes situaciones de la vida que nos han hecho parecer personas de corazón frío.
Cuando vemos a alguien necesitado nos hace dudar si debemos ayudarlo o no. Nuestro "ego" es tan grande que siempre estamos buscando aprobaciones y obteniendo un beneficio por ese acto de bondad. Siempre pensamos que si hacemos algo amable tenemos que obtener una recompensa por ser el mejor ser humano del mundo.
El caso es que cuando todos hacemos un acto de bondad sin esperar nada a cambio, las cosas salen bien. Somos bendecidos con cosas buenas.
En conclusión, tenemos que ser amables con todos, sin importar cómo se vean.
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