Dolores del Río: Una Estrella Icónica Mexicana

La Época de Oro del cine mexicano que se desarrolló entre 1933 y 1964 fue una industria cinematográfica que alcanzó altos niveles de producción, calidad y fue económicamente exitosa en todas sus películas. Además, las películas obtuvieron reconocimiento internacional y se convirtieron en el centro de filmación comercial en América Latina.

La Época de Oro trajo a las pantallas a muchos actores y actrices talentosos/as de México y el mundo. Estas "estrellas" ganaron fama en por los personajes que interpretaron, las películas, su aspecto y por lo modernos que estaban.

Dolores del Rio en 1961 [Dominio Público]

Una de las figuras más reconocidas de La Época de Oro es Dolores del Río (María de los Dolores Asúnsolo López-Negrete) nació el 3 de agosto de 1904 en Durango, México. Dolores nació en una familia aristócrata. Del Río era sobrina del presidente mexicano Francisco I. Madero. Obtuvo su apellido de su primer esposo Jaime del Río. Ella era actriz, cantante y bailarina.

Por lo tanto, Dolores fue la primera actriz femenina importante en hacer un crossover a Hollywood con una destacada carrera en el cine estadounidense en la década de 1920 hasta la década de 1930. Su belleza cautivó a todos y fue considerada como una de las caras más bellas de la pantalla. Hizo muchas películas mudas durante todo este tiempo. Cuando su carrera en Hollywood estaba disminuyendo, regresó a México y se unió a la industria del cine, que en ese momento estaba en la cima.

La presencia de Dolores en las pantallas de cine mexicanas trajo un cambio y muchas de las películas en las que participó fueron extremadamente exitosas. Una de sus películas más reconocidas es Maria Candelaria (1943), que se convirtió en la primera película mexicana en ser proyectada en el Festival Internacional de Cine de Cannes.

Del Rio permaneció activa en el cine mexicano durante la década de 1950. Luego, en 1960, decidió regresar a Hollywood y continuó participando en películas mexicanas y estadounidenses. Del mismo modo, decidió aventurarse en teatro y series de televisión estadounidenses en México durante la década de 1970.

Asimismo, la belleza y la elegancia de Dolores fueron temas de los que siempre se habló. Hombres y mujeres se sentían atraídos por su estilo y belleza. Uno de los rasgos que la hacía hermosa era su naturalidad. (www.voguemx.com) Su autenticidad fue la clave para lucir radiante. Hubo muchos mitos y rumores sobre su excelente piel y su extraordinaria condición física. Algunos de los rumores en ese momento eran que ella dormía 18 horas todos los días y solo comía pétalos de rosa y hojas de gardenia para mantener su juventud; Dolores negó estos rumores en una entrevista realizada en 1978. “Ambas cosas son una mentira, obviamente, porque en realidad soy una mujer llena de trabajo y responsabilidades. Siempre estoy haciendo 20 mil cosas, tratando de crear cosas nuevas y además tengo mi trabajo en cine y teatro. Por eso me pregunto: si duermo mucho y solo como hojas de gardenia, ¿cómo puedo estar viva (www.voguemx.com)

El consejo que Dolores le dio a las mujeres fue que era importante cuidar la belleza interior y la belleza espiritual y eso se reflejaría en la cara. Los pensamientos y los hechos reflejan la verdadera belleza. Fue galardonada en 1952 con el Premio de Moda Neiman Marcus y fue nombrada la mejor vestida de Estados Unidos.

Dolores tenía una combinación de talento y belleza que la hizo tener una carrera extendida de más de 50 años.

En conclusión, Del Rio murió en Newport Beach, California, por insuficiencia hepática el 11 de abril de 1983 y tenía 78 años. Fue enterrada y sus cenizas fueron transportadas a México, donde fueron enterradas en el Panteón de Dolores en la Ciudad de México. Dolores ahora se considera una figura mítica tanto en el cine mexicano como en el estadounidense y una representación por excelencia del rostro femenino de México en el mundo.